domingo, 17 de julio de 2011

Reflexión: ¿Estas a punto de tirar la toalla? ...

Filipenses 4, 10-13
En cualquier situación digamos “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” y “nada es imposible para el que tiene fe”.

Cuando estamos centrados en el amor de Cristo, no hay trama, ni traición, ni emboscada que nos haga sucumbir. No importa la clase de situaciones en que estemos envueltos, la protección divina está alerta no solo para salvarnos de las intrigas del enemigo, sino para sacarnos victoriosos y eufóricos de cualquier situación extraña y adversa a los ojos del Altísimo.
Cuando te sientas en el borde del desespero y no quieras continuar, piensa en cuanto has avanzado para lograr la victoria, y aunque el camino ha sido turbulento has logrado vencer muchos obstáculos. Así que no se trata de decir me rindo, se trata de ver cuanto has avanzado y que faltaba más cuando empezaste. Convéncete de que es mejor continuar que hundirse en el trayecto.
Dios nos llama no a tener logros, sino a cumplir hazañas; oh mira a todos los hombres que decidieron agradarle a Dios, y que lograron como resultado hacer grandes hazañas. Moisés por ejemplo, que confrontó al faraón para sacar a Israel de Egipto, o Josué que enfrento a los gigantes de la tierra de Cades- Bernea, David que con su pequeña estatura mato a Goliat en el nombre de Dios y además conquisto tierras y multiplicó el reino con su testimonio, José hijo de Jacob que vendido por sus hermanos a los esclavos Dios lo llevo a ser la mano derecha del faraón. Así que si estás cansado, ora, cálmate, y anímate con testimonios de las personas que han sido más fuertes que los problemas.

Dios no se place de los perdedores ni de los débiles. Dios se place de los hombres aguerridos y valientes, que no se turban fácilmente. Se place de aquellos que en momentos de aflicción gritan diciendo“bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis ruegos, que es mi fortaleza y mi escudo, en quien confió mi corazón y fui ayudado, por quien se goza mi corazón y a quien canto alabanzas” salmo 28, 6. 
Dios se place de quien toma las riendas de su dolor y no dejan llenar su corazón de amargura. Dios se place de quien no se deja afectar por los obstáculos sino que los usa para fortalecerse, se place de los fieles, de los que escuchan su voz. De los que aún agobiados confían en él y le hablan, establecen comunión sincera y constante. Se pacle de quienes saben callar y escuchar, de quienes no envidian al injusto ni escogen su camino en el afán de una solución. Porque Jehová abomina al perverso más su comunión íntima es con los justos(proverbios 3-32).
Si sientes que estas por tirar la toalla, busca a Dios a tiempo y destiempo, en todas partes. Cuando estas llorando y cuando estás riendo, cuando vas conduciendo tu carro, en el bus, en la casa, en la universidad, en la oficina, antes de dormir, antes de despertar. Oye que Es mejor buscar al Espíritu Santo que es quien debe guiarte y no a la gente. 

Dios cumple y te saca del pozo para que respires como si fuese tu último suspiro haciéndote conocedor de su misericordia.Adelante hermano mio, que no eres el último ni el primero. Y tu has de marcar la diferencia entre aquel que no quedo registrado en la historia por perdedor, y aquel que por su gallardía y perseverancia logró su cometido siendo registrado como ejemplo...
Bendiciones

0 comentarios:

Publicar un comentario

JESÚS TE DICE ...


No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho; basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano. ¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho, no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado.

Dime por todos una palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón ; y ¿no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón especialmente ama?

¿Traes ahora mismo entre manos algún Proyecto? Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿qué piensas? ¿qué deseas? ¿qué quieres que haga por tu hermano, por tu amigo, por tu superior? ¿qué desearías hacer por ellos?

¿Y por Mí? ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos, a quienes amas mucho, y que viven quizás olvidados de Mí?

¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿quién lastimó tu amor propio ? ¿quién te ha despreciado? Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas. ¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías, que no por ser infundadas dejan de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.

Ahora bien, hijo mío; vuelve a tus ocupaciones habituales, al taller, a la familia, al estudio... ; pero no olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con el corazón más amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.

jesús

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More