lunes, 20 de junio de 2011

Un buen amigo se alegra y es feliz dando todo por los demás.

Hace tiempo al estar en mi casa, siendo como las 11:00 de la noche, recibí la llamada telefónica de un muy buen amigo mío. Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue: ¿como estas? Y sin saber porqué le contesté: "solísimo".
¿Quieres que hablemos? Le respondí que sí y me dijo: ¿quieres que vaya a tu casa? Y respondí que sí. Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mi puerta.
Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, y él atento siempre, me escuchó. Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy agusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: bueno, pues me retiro tengo que ir a trabajar.
Yo me sorprendí y le dije: pero porque no me habías dicho que tenias que ir a trabajar, mira la hora que es, no dormiste nada, te quite tu tiempo toda la noche. El sonrió y me dijo: no hay problema para eso estamos los amigos. Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así.
Lo acompañé a la puerta de mi casa… y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos: oye amigo, y a todo esto, ¿porqué llamaste anoche tan tarde?. El regresó y me dijo en voz baja: es que te quería dar una noticia…y le pregunté: ¿qué pasó? Y me dijo…fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y solo me queda esperar… yo me quedé mudo… él me sonrió y me dijo: que tengas un buen día amigo… se dio la vuelta y se fue…
Paso un buen rato para cuando asimilé la situación y me pregunté una y otra vez, porque cuando él me preguntó ¿cómo estás? me olvidé de él y sólo hablé de mi. ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?…esto es increíble.. desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser mas crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora aprovecho mas el tiempo con la gente que quiero.. por ejemplo él… todavía vive y procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y hablamos de nuestras cosas, sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría, de su temple, de mi amigo.......

0 comentarios:

Publicar un comentario

JESÚS TE DICE ...


No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho; basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano. ¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho, no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado.

Dime por todos una palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón ; y ¿no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón especialmente ama?

¿Traes ahora mismo entre manos algún Proyecto? Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿qué piensas? ¿qué deseas? ¿qué quieres que haga por tu hermano, por tu amigo, por tu superior? ¿qué desearías hacer por ellos?

¿Y por Mí? ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos, a quienes amas mucho, y que viven quizás olvidados de Mí?

¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿quién lastimó tu amor propio ? ¿quién te ha despreciado? Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas. ¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías, que no por ser infundadas dejan de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.

Ahora bien, hijo mío; vuelve a tus ocupaciones habituales, al taller, a la familia, al estudio... ; pero no olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con el corazón más amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.

jesús

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More