miércoles, 6 de julio de 2011

¿Cómo conseguir amigos verdaderos?


ljp-jovenes.jpg

Todos necesitamos amigos. Pero cuando uno es joven, puede que los amigos ejerzan mayor influencia en cómo uno se viste, actúa y piensa que los padres de uno. Entonces, ¿quiénes deberían ser tus amigos? ¿Y hasta qué grado deberían sus opiniones moldear tu vida?
En la escuela, ¡y nunca he conseguido un solo amigo! ¡Ni siquiera uno!”. Puede que a veces a ti también te haya parecido que no sirves para hacer amigos. Pero ¿en qué consisten realmente los amigos verdaderos? ¿Y cuál es el secreto tras conseguirlos?
Un proverbio dice: “Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano”. (Proverbios 17:17, Versión Popular.) Pero la amistad es más que simplemente tener un hombro sobre el cual llorar. Una joven llamada Marvia dice: “A veces un supuesto amigo ve a uno meterse en dificultades y le dice: ‘Vi que ibas por mal camino, pero temí decírtelo’. Pero si un amigo verdadero ve que vas por mal camino trata de advertírtelo antes de que sea demasiado tarde… aunque sepa que te vas a disgustar por ello”.
¿Permitirás que el orgullo te lleve a rechazar a alguien que se interesa tanto en tu bien que te dice la verdad? Proverbios 27:6 dice: “Más se puede confiar en el amigo que hiere que en el enemigo que besa”. (Versión Popular.) Por eso, el amigo que deberías buscar debería ser alguien que pensara rectamente y hablara con franqueza.

0 comentarios:

Publicar un comentario

JESÚS TE DICE ...


No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho; basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano. ¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho, no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado.

Dime por todos una palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón ; y ¿no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón especialmente ama?

¿Traes ahora mismo entre manos algún Proyecto? Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿qué piensas? ¿qué deseas? ¿qué quieres que haga por tu hermano, por tu amigo, por tu superior? ¿qué desearías hacer por ellos?

¿Y por Mí? ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos, a quienes amas mucho, y que viven quizás olvidados de Mí?

¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿quién lastimó tu amor propio ? ¿quién te ha despreciado? Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas. ¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías, que no por ser infundadas dejan de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.

Ahora bien, hijo mío; vuelve a tus ocupaciones habituales, al taller, a la familia, al estudio... ; pero no olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con el corazón más amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.

jesús

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More